
“…El mejor consejo que puedo darte es que duermas mucho antes de que nazca tu hijo, porque después nunca más volverás a hacerlo de la misma manera…”, “¡felicidades por el nacimiento de tu bebé!, pero ahora sí, prepárate para las desveladas…”
Quienes como yo han sido mamás hace poco o están a punto de serlo encontrarán familiares éstas y otras frases relacionadas con el sueño. Al menos yo las escuché muy seguido durante, tal vez no nueve, pero si seis o siete meses, y ahora que el cansancio de cuidar a mi bebé de ocho meses se conjunta con el de mi trabajo, quisiera en verdad acudir a todas esas horas de sueño que dormí antes.
Ojalá pudiera encontrar una sucursal de ese Banco del Sueño a retirar “mis ahorros”, ahí a dónde todas esas personas, bienintencionadas por cierto, parecían enviarme a hacer mis “depósitos” antes de que naciera mi bebé. Pero ya sabrán otras mamás recientes que lo mucho que haya dormido antes, ahora no me sirve –ni siquiera como consuelo- a las 3 de la madrugada cuando mi bebé se despierta pidiendo de comer o por la tarde, cuando el cansancio acumulado me hace pestañear y mis múltiples ocupaciones me impiden dormir.
Sin embargo en el poco tiempo que tengo como mamá sé que esto significa mucho más que desvelos, cansancio y ojeras. También me dijeron muchas veces que tener un hijo te cambia la vida, aunque el cómo, realmente no lo podemos alcanzar a ver hasta que tenemos a nuestros hijos con nosotros día a día.
Así que ahora que soy mamá lo que quiero es fundar un Banco de Sueños, donde pueda depositar todas las cosas hermosas y sorprendentes que aprendo con mi hijito cada día y también donde él algún día pueda retirar el "fondo de ahorro" que su mamá le guardó.
Quienes como yo han sido mamás hace poco o están a punto de serlo encontrarán familiares éstas y otras frases relacionadas con el sueño. Al menos yo las escuché muy seguido durante, tal vez no nueve, pero si seis o siete meses, y ahora que el cansancio de cuidar a mi bebé de ocho meses se conjunta con el de mi trabajo, quisiera en verdad acudir a todas esas horas de sueño que dormí antes.
Ojalá pudiera encontrar una sucursal de ese Banco del Sueño a retirar “mis ahorros”, ahí a dónde todas esas personas, bienintencionadas por cierto, parecían enviarme a hacer mis “depósitos” antes de que naciera mi bebé. Pero ya sabrán otras mamás recientes que lo mucho que haya dormido antes, ahora no me sirve –ni siquiera como consuelo- a las 3 de la madrugada cuando mi bebé se despierta pidiendo de comer o por la tarde, cuando el cansancio acumulado me hace pestañear y mis múltiples ocupaciones me impiden dormir.
Sin embargo en el poco tiempo que tengo como mamá sé que esto significa mucho más que desvelos, cansancio y ojeras. También me dijeron muchas veces que tener un hijo te cambia la vida, aunque el cómo, realmente no lo podemos alcanzar a ver hasta que tenemos a nuestros hijos con nosotros día a día.
Así que ahora que soy mamá lo que quiero es fundar un Banco de Sueños, donde pueda depositar todas las cosas hermosas y sorprendentes que aprendo con mi hijito cada día y también donde él algún día pueda retirar el "fondo de ahorro" que su mamá le guardó.
Qué bonita idea. Me gustó mucho lo que escribiste. Seguiré tus "depósitos" y trataré de ahorrarlos para cuando me toque vivir esa experiencia. :D
ResponderEliminar¡Qué hermosa oportunidad te estás dando de escribir sobre tu experiencia como mamá! También eres generosa al compartirlo públicamente, aún con los ratitos libre (brevísimos ¡literalmente) que nos quedan a las madres mientras nuestros hijos crecen y necesitan de nosotros.
ResponderEliminarPau, me encanto esta publicación. Se me hace una buena oportunidad para expresar tus sentimientos como mamá, que son muy parecidos a los que tenemos las recien estrenadas como mamá. Muy bien!!
ResponderEliminaratte
*Hermione*