Repensando y releyendo mi anterior entrada en este blog, me puse a pensar independientemente de lo que quiero respecto a que mi bebé al crecer conserve sus bondadosas cualidades que ahora tiene, yo siempre veré a mi hijo como “mi bebé”. En eso entiendo ya a todas las mamás del mundo, que ven así a sus hijos, sin importar si tienen barba, usan tacones o incluso si ya tienen sus propios bebés.
Y bueno ahora que yo estoy en la situación de tener un bebé que algún día dejará de serlo, me parece que todo este asunto de las mamás con bebés “eternos”, no se trata de no querer que los hijos crezcan, ni mucho menos de IMPEDIR que los hijos crezcan, sino justo el hecho de ver con el mismo amor que cuando eran pequeños, a los señores con bigote y las señoras con tacones.
Banco de sueños
miércoles, 28 de julio de 2010
jueves, 22 de julio de 2010
Bebés por todas partes...
Creo que a todos nos ha pasado que cuando estamos en cierta situación notamos "más" las cosas relacionadas con eso: cuando estaba organizando la fiesta de mi boda, por tooodas partes se me "aparecían" anuncios de servicios de banquetes, vestidos de novia, músicos... después de casarme es como si la ciudad no tuviera nada que ver con fiestas ni mucho menos con bodas.
Al estar embarazada, pues claro fue como si de repente todas las mujeres jóvenes estuvieran embarazadas, o todas las familias tuvieran uno o más de bebés, que paseaban cargados o en carriola, por todas partes a dónde yo iba... y a dónde voy, porque me sigue y me seguirá pasando, bueno quizá ahora me parece que hay "menos" embarazadas y sólo veo bebés. Creo que ahora aparecen para mí más niños que empiezan a caminar y después me sucederá con los preescolares, y así...
Pero además notar mucho más a los bebés desde que nació el mío, también me sucedió otra cosa, pues me puse a pensar en todas las personas a mi alrededor de otra forma: todas fueron -fuimos bebés-, el policía de la esquina, la dependienta de la tienda, el viejito del puesto de periódicos...
Creo que así no parece nada novedoso ¿verdad?, pero al notar eso tan evidente tuvo en efecto en mí en dos sentidos: primero me ayuda a ver a ser un poco más amable con la gente. Así cuando la empleada de una ventanilla me "gruñe" que me falta una copia para mi trámite, pienso en ella como la bebé pequeñita que fue, cuando su mamá la debe haber visto como la cosa más maravillosa sobre la tierra, y así no le "gruño" de regreso.
También me hace pensar mucho en mi bebé que es para mí la cosa más maravillosa sobre la tierra, el ser más bueno, feliz y amoroso, y pienso que quiero crezca y siga así, siendo bueno, feliz y amoroso... y amable, que no le "gruña" a la gente y quiero hacer todo lo que sea posible para que el bebé que hay en él permanezca ahí pero no sólo "guardado" como en la mayoría de la gente.
Al estar embarazada, pues claro fue como si de repente todas las mujeres jóvenes estuvieran embarazadas, o todas las familias tuvieran uno o más de bebés, que paseaban cargados o en carriola, por todas partes a dónde yo iba... y a dónde voy, porque me sigue y me seguirá pasando, bueno quizá ahora me parece que hay "menos" embarazadas y sólo veo bebés. Creo que ahora aparecen para mí más niños que empiezan a caminar y después me sucederá con los preescolares, y así...
Pero además notar mucho más a los bebés desde que nació el mío, también me sucedió otra cosa, pues me puse a pensar en todas las personas a mi alrededor de otra forma: todas fueron -fuimos bebés-, el policía de la esquina, la dependienta de la tienda, el viejito del puesto de periódicos...
Creo que así no parece nada novedoso ¿verdad?, pero al notar eso tan evidente tuvo en efecto en mí en dos sentidos: primero me ayuda a ver a ser un poco más amable con la gente. Así cuando la empleada de una ventanilla me "gruñe" que me falta una copia para mi trámite, pienso en ella como la bebé pequeñita que fue, cuando su mamá la debe haber visto como la cosa más maravillosa sobre la tierra, y así no le "gruño" de regreso.
También me hace pensar mucho en mi bebé que es para mí la cosa más maravillosa sobre la tierra, el ser más bueno, feliz y amoroso, y pienso que quiero crezca y siga así, siendo bueno, feliz y amoroso... y amable, que no le "gruña" a la gente y quiero hacer todo lo que sea posible para que el bebé que hay en él permanezca ahí pero no sólo "guardado" como en la mayoría de la gente.
martes, 6 de julio de 2010
Banco de sueños

“…El mejor consejo que puedo darte es que duermas mucho antes de que nazca tu hijo, porque después nunca más volverás a hacerlo de la misma manera…”, “¡felicidades por el nacimiento de tu bebé!, pero ahora sí, prepárate para las desveladas…”
Quienes como yo han sido mamás hace poco o están a punto de serlo encontrarán familiares éstas y otras frases relacionadas con el sueño. Al menos yo las escuché muy seguido durante, tal vez no nueve, pero si seis o siete meses, y ahora que el cansancio de cuidar a mi bebé de ocho meses se conjunta con el de mi trabajo, quisiera en verdad acudir a todas esas horas de sueño que dormí antes.
Ojalá pudiera encontrar una sucursal de ese Banco del Sueño a retirar “mis ahorros”, ahí a dónde todas esas personas, bienintencionadas por cierto, parecían enviarme a hacer mis “depósitos” antes de que naciera mi bebé. Pero ya sabrán otras mamás recientes que lo mucho que haya dormido antes, ahora no me sirve –ni siquiera como consuelo- a las 3 de la madrugada cuando mi bebé se despierta pidiendo de comer o por la tarde, cuando el cansancio acumulado me hace pestañear y mis múltiples ocupaciones me impiden dormir.
Sin embargo en el poco tiempo que tengo como mamá sé que esto significa mucho más que desvelos, cansancio y ojeras. También me dijeron muchas veces que tener un hijo te cambia la vida, aunque el cómo, realmente no lo podemos alcanzar a ver hasta que tenemos a nuestros hijos con nosotros día a día.
Así que ahora que soy mamá lo que quiero es fundar un Banco de Sueños, donde pueda depositar todas las cosas hermosas y sorprendentes que aprendo con mi hijito cada día y también donde él algún día pueda retirar el "fondo de ahorro" que su mamá le guardó.
Quienes como yo han sido mamás hace poco o están a punto de serlo encontrarán familiares éstas y otras frases relacionadas con el sueño. Al menos yo las escuché muy seguido durante, tal vez no nueve, pero si seis o siete meses, y ahora que el cansancio de cuidar a mi bebé de ocho meses se conjunta con el de mi trabajo, quisiera en verdad acudir a todas esas horas de sueño que dormí antes.
Ojalá pudiera encontrar una sucursal de ese Banco del Sueño a retirar “mis ahorros”, ahí a dónde todas esas personas, bienintencionadas por cierto, parecían enviarme a hacer mis “depósitos” antes de que naciera mi bebé. Pero ya sabrán otras mamás recientes que lo mucho que haya dormido antes, ahora no me sirve –ni siquiera como consuelo- a las 3 de la madrugada cuando mi bebé se despierta pidiendo de comer o por la tarde, cuando el cansancio acumulado me hace pestañear y mis múltiples ocupaciones me impiden dormir.
Sin embargo en el poco tiempo que tengo como mamá sé que esto significa mucho más que desvelos, cansancio y ojeras. También me dijeron muchas veces que tener un hijo te cambia la vida, aunque el cómo, realmente no lo podemos alcanzar a ver hasta que tenemos a nuestros hijos con nosotros día a día.
Así que ahora que soy mamá lo que quiero es fundar un Banco de Sueños, donde pueda depositar todas las cosas hermosas y sorprendentes que aprendo con mi hijito cada día y también donde él algún día pueda retirar el "fondo de ahorro" que su mamá le guardó.
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